Con mucha satisfacción compartirnos las experiencias, alegrías, retos, y construcción social, que logramos en la ejecución del proyecto TRENZANDO SABERES: ARTE, MEMORIA Y CULTURA DE PAZ EN EL PALENQUE DE BENKO Y WIWA. Esta experiencia fue mucho más que una propuesta cultural: se convirtió en una declaración de dignidad y esperanza en un territorio marcado por el olvido. Al entretejer la memoria viva, la cultura ancestral y la comunicación comunitaria, se abrieron espacios para sanar colectivamente y recuperar la voz de quienes históricamente han sido silenciadxs. Desde la oralidad, el cuerpo y el arte efímero, se resignificaron las heridas, transformando el dolor en fuerza creadora.

La participación de niños, niñas, jóvenes, adolescentes, mujeres, hombres, mayoras,

y personas LGBTIQ+ rompió estigmas, amplificó narrativas diversas y puso en el centro el valor de la diferencia como pilar de la convivencia. Este proceso no solo reconstruyó tejido social, también encendió una llama de resistencia cultural que desafía la lógica de la violencia y promueve una paz con justicia, memoria y participación real. Estos espacios de encuentro y diálogo reafirman la consolidación de un lenguaje intercultural e intergeneracional. Porque "La resiliencia y capacidad de resistencia del pueblo negro en Colombia constituye un ejemplo vivo de cultura de paz, que brinda herramientas relevantes de resistencia pacífica".

Aquí, donde alguna vez reinó el miedo, hoy florecen las palabras, los cantos y los cuerpos en movimiento que dicen con firmeza: nunca más. Porque hacer memoria también es hacer futuro.

Cuando el cuerpo habla y la tierra canta: Proceso de formación en cultura de paz a través del arte y los oficios ancestrales, destacando el cuerpo como territorio de expresión, sanación y resistencia. Este taller partió del reconocimiento del cuerpo como primer territorio, entendido como espacio de memoria, expresión y transformación. A través del arte y los oficios ancestrales se promovió un proceso pedagógico en el que el cuerpo y la tierra dialogaron desde la sensibilidad y la creación colectiva.

Coronas de Identidad: Este taller se desarrolló con el propósito de reconocer y valorar los peinados palenqueros como manifestaciones estéticas, culturales y simbólicas que constituyen un patrimonio inmaterial de la comunidad afrodescendiente. A través de este espacio se abordó la importancia histórica del trenzado como práctica de resistencia, comunicación y preservación de la memoria colectiva, así como su papel en la afirmación identitaria y la transmisión intergeneracional de saberes. En términos de resultados, el taller contribuyó al fortalecimiento de los vínculos comunitarios y a la visibilización de las prácticas estéticas palenqueras como herramientas pedagógicas y culturales para la construcción de paz y la reivindicación de la identidad afrocolombiana.

Fomento de una cultura de paz: Fomento de una cultura de paz: Se promovió la apropiación de herramientas conceptuales y metodológicas orientadas a la mediación, la comunicación empática y la gestión pacífica de las diferencias, fortaleciendo la capacidad de los grupos participantes para generar entornos armónicos y sostenibles. Creación de escenarios artísticos y simbólicos: Se elaboraron obras colectivas, tejidos y representaciones visuales que visibilizaron la historia, la resistencia y la identidad de las comunidades participantes, integrando memorias individuales y colectivas en un relato común de paz.

Taller - Recuerdos del Ayer: Taller: Recuerdos del Ayer. Este espacio de encuentro comunitario convirtió la cocina tradicional en un articulador de la transmisión de saberes y la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial. Las mayoras compartieron saberes sobre la historia, los cantos y los alimentos, reconociendo en cada uno de estos elementos una manifestación viva de la libertad y la resistencia afro. A través de las preparaciones realizadas por las cocineras ancestrales —pescado frito con arroz con coco, pescado guisado en zumo de coco, mazamorra, ensalada cocida, ensalada fría, arroz de fríjoles negros, pollo guisado, cocadas, alegrías, enyucados y bolas de anís—, se recuperó la memoria viva de las matronas, quienes guiaron a las nuevas generaciones en la comprensión de la cocina como una práctica social, simbólica e histórica.

Durante el desarrollo del taller se reconoció la cocina tradicional como un sistema de saberes que trasciende lo gastronómico, configurando identidad, memoria colectiva y resistencia cultural. Se trenzó el territorio a través de la sabiduría ancestral, articulando costumbres, técnicas de preparación y rituales asociados con la alimentación. Además, se fortaleció el diálogo intergeneracional mediante el intercambio de experiencias entre matronas, jóvenes, adultos y la comunidad en general.